quarta-feira, 4 de novembro de 2015

Ecoturismo: naturalmente las personas queremos experimentar.


De acuerdo con el PNUMA la región de América Latina y el Caribe posee la mayor diversidad biológica del planeta, cerca del 40% .  Además, vale destacar que  6 de los 17 países considerados como mega biodiversos, se encuentran en esta región.[1]

Este valioso capital natural, ha ofrecido desde siempre a la población latino americana, una  estrecha y positiva relación entre el hombre y la naturaleza. Esta relación se manifiesta en la diversidad de costumbres que se forjaron a lo largo de siglos de conocimiento e intercambio entre las poblaciones nativas y los ecosistemas naturales y que hoy se reinventan y hacen parte de nuestra identidad, cultura e imaginario como latino americanos.

Así mismo, podemos admitir que buena parte de la calidad de vida que gozamos en esta parte del mundo, se sustenta en la diversidad y disponibilidad de servicios ambientales, que por  ser abundantes y presentes en nuestro día a día, muchas veces no reconocemos.

Si ganamos conciencia que vivimos todavia en una región con una de las menores densidades demográficas del planeta,  con tasas comparablemente más bajas que las de Europa y Asia, entonces, es comprensible que el mundo gane cada vez más interés por reconocer, investigar y experimentar esta biodiversidad.

Las importantes conquistas sociales y económicas alcanzadas por nuestra región en la última década, han sido un elemento adicional fundamental en la formación de una  nueva masa crítica de personas (demanda interna), que tienen conciencia  del valor cultural y económico del capital natural, y que a su vez, despiertan  el deseo de experimentarlo  en la forma de una propuesta de ecoturismo[2].

Así mismo, se reconoce que sea por cambio de hábitos o por otros motivos de nuestro tiempo, la demanda global por experiencias al aire libre y de naturaleza, viene aumentando en diferentes segmentos de la sociedad.  Como consecuencia,  el número de personas que busca una experiencia de naturaleza, que sea segura y en la medida de lo posible, única y transformadora, sigue esta misma tendencia.

Para ambos grupos, la demanda interna e internacional, el ecoturismo surge como  alternativa de accesibilidad y experimentación de esta biodiversidad, prescritos sobre un compromiso ético de inclusión y valorización de los saberes tradicionales y buenas prácticas en su manejo ambiental. 

Es sobre esta expectativa, que más de 30 millones de turistas vienen experimentando el ecoturismo en nuestra región, generando US$ 28 mil millones de dólares y contribuyendo con ,  valorizacigin naturales, pres otras actividades tienen un mamiento de lasientales.ecoturismo en nuestra regin naturales, pres la inclusión social y puesta en valor de la biodiversidad y sus servicios ambientales.[3]

Además de ofrecer a los visitantes la oportunidad de experimentar nuevas vivencias, el ecoturismo se integra a los presupuestos nacionales como un mecanismo de mercado que contribuye al financiamiento de la conservación de la biodiversidad, principalmente en aquellos destinos, donde los ingresos del ecoturismo, son reinvertidos.

Sin embargo es importante tener en mente, que a pesar que el ecoturismo puede ser parte de la solución, es fundamental que sea desarrollada siguiendo buenas prácticas de manejo y uso sostenible de la biodiversidad y del territorio desde una perspectiva integral, minimizando externalidades negativas  que pudieranneutralizar  a largo plazo los beneficios que lo justifican.



[1] Son estos:  Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela.
[2] De acuerdo con el PNUD, 51 millones de personas dejaron la pobreza y ascendieron para la clase media en América Latina entre 2000 y 2013. http://www.latinamerica.undp.org/content/rblac/en/home/ourwork/povertyreduction/overview.html
[3] Adaptado de WTTC – Tourism Impacts in Latin America 2014.